De la erudición a una nueva sensibilidad
Es una cuestión, más que de erudición de sensibilidad. Para comprender mejor este mundo complejo y farragoso que incluye unas categorías tan diversas debemos establecer algunas precisiones conceptuales.
Cuestiones terminológicas
Abordemos, en primer lugar la terminología. ¿Trataríamos como 'falso', por ejemplo el caso de un cheque o talón bancario perfectamente cumplimentado, aunque sepamos que no disponemos de saldo suficiente para la cantidad que anotamos? ¿Y si tenemos suficiente saldo pero está indebidamente cumplimentado? En ninguno de los dos casos de este supuesto parece que podamos hablar de un documento 'falso' sino de un documento genuino que contiene un engaño (si somos conscientes) o cuando menos un error (si ha sido de forma involuntaria o por inadvertencia).
Para no contribuir, pues, a la confusión conceptual que se deriva del empleo de una terminología compleja en la que se ven involucrados, entre otros, términos conexos como los de fraude, impostura, mistificación, espurio, genuino, auténtico, plagio, falsificación, pseudoepígrafe, y sus correspondientes en algunas de las lenguas modernas (forgery, fraude, hoax, counterfeiting, Plagiat, fausseté, contraffazione ....), o los de la antigua tradición griega (de hecho Speyer contabiliza no menos de 20 verbos) comenzaremos por establecer unas ciertas precisiones terminológicas y definiciones conceptuales, ya que estimamos muy apropiado usar cada término de la manera más unívoca posible.