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Jueves, 21 de noviembre de 2024
Jornadas sobre la antiguedad
LA GUERRA EN LA ANTIGUA GRECIA
Saqueo de Troya, destrucción de la raza de los héroes y mito de Enéas

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D. ... - .... en la isla de Lesbos. El testimonio constituido por la "Historia de Troya", de Helanico de Mitilene, en la isla de Lesbos. Helanico era un historiador y un mitógrafo de finales del siglo V a.de C. Y según Helanico, pues, que Dionisio cita largamente, la población de Troya fue sorprendida en su sueño por la irrupción de los griegos en la ciudad, pero Eneas y muchos troyanos tuvieron tiempo para refugiarse en la Acrópolis. Ahí resisten a los asaltos de los griegos y permiten a muchos otros habitantes de la ciudad baja juntarse con ellos, de modo que el número de los fugitivos fue mayor que el de los cautivos. Pero, dándose cuenta de la imposibilidad de guardar la ciudadela mucho tiempo, los defensores proyectan abandonar las murallas y salvar a la población, el patrimonio sagrado, es decir las imágenes de los dioses, y la mayor cantidad de riquezas posible. Veremos dentro de poco que se trata de un escenario que transforma profundamente la tradición épica del saqueo de Troya.

El esquema narrativo de Helanico recuerda más bien tradiciones como la de la retirada en buen orden de los foceos frente al ataque de los persas (como se puede leer en Heródoto). Así, los troyanos se retiran en el monte Ida, mientras Eneas se queda en la muralla con la élite de las tropas para retardar el adelanto de los agresores y dejar tiempo a los troyanos de ponerse a cubierta. Finalmente Neoptólemo, el célebre hijo de Aquiles, toma la ciudadela, lo que causa la retirada de Eneas y de los últimos defensores. Los troyanos, atrincherados en las posiciones más fuertes del monte Ida, esperaban regresar a casa después de la retirada de los griegos, pero ellos proyectan además tomar esos montañosos reductos. Después del envío de heraldos de parte de los troyanos, los aqueos proponen la cesación de las hostilidades con las siguientes condiciones:

. Eneas y sus compañeros, con todos los bienes que habían podido salvar en su huída, quitarían la Tróade con un cierto plazo y entregarían sus puestos militares a los aqueos; estos últimos les garantizarían la seguridad en la tierra y mar que habían conquistado si se marchaban como previsto por los acuerdos.

Eneas, pues, envía a Ascanio, su hijo mayor (es muy célebre Ascanio porque desempeña un papel importante en las leyendas de la fundación de Roma), con una parte de los aliados frigios, a un país que se llamaba Dacilítida. Es un país donde se encontraba un lago, Ascania, que tenía pues el mismo nombre que Ascanio, y es en este país en el que fue más tarde construida la célebre ciudad de Nicea, célebre sobre todo por un Concilio que se verificó allí en la Antigüedad Tardía. Este hijo, Ascanio, había sido llamado por los indígenas para reinar sobre esta nación. Pero Ascanio no se quedó ahí por mucho tiempo. El texto de Dionisio, citando a Helanico siempre, puede traducirse aquí cómo se había juntado con él Escamandrio. Escamandrio es un hijo de Héctor, es la misma figura que se encuentra en la "Ilíada" en los brazos de su madre Andrómaca; Escamandrio a quien también lo veremos con otro nombre, Astianax, este hijo de Héctor célebre en las .... griegas). Se había juntado con Escamandrio y los otros hectoridas que Neoptólemo había liberado; el hijo, pues, de Aquiles libera a sus enemigos y esencialmente a los hijos de Héctor. Neoptólemo los había liberado y Eneas se marchó con ellos a Troya y les devolvió el poder paterno. Y el texto de Dionisio se acaba de esta forma. Esto es todo lo que se sabe de Ascanio.

En cuanto a sus otros hijos, Eneas se los lleva consigo, así que su viejo padre Anquises y las imágenes de los dioses, y navega hacia la península de Palene en Calcídica. Este país estaba habitado por un pueblo, Tracia, los drusos, que eran aliados con los troyanos durante la guerra. Y en este país a orillas del Golfo Termaico, donde se encuentra hoy en día la ciudad de Tesalónica, los troyanos fundaron la ciudad de Aineia, cuyo nombre conservaba claramente la memoria del célebre héroe troyano. Esta, pues, es la versión del historiador y mitógrafo Helanico de Lesbos, de Mitilene más precisamente.

De un modo diferente el célebre autor trágico de Atenas, Sófocles, en su "La.....", una tragedia perdida, como tantas, seguía la epopeya cíclica titulada "El saqueo de Troya" y relataba cómo Eneas había huido antes de la caída de Troya. Las transformaciones que el relato de Helanico impone a las tradiciones épicas resultan muy significativas: Eneas no huye antes de la toma de Troya, abandonando a sus compatriotas al acercarse la catástrofe; se porta, al contrario, como un verdadero capitán y asegura la salvación de la mayoría de los troyanos, retirándose en el último momento en buen orden.

Esas transformaciones se pueden explicar históricamente bastante fácilmente. Es decir, Helanico de Mitilene escribía en el siglo V y trataba de proponer una versión -veremos dentro de poco otros detalles- panhelénica idealizada. En realidad, las leyendas de la tragedia y de la epopeya eran muy indicativas para el pueblo griego, y él intenta proponer una versión que es favorable a los eolios, porque en la isla de Lesbos y en la tierra de Asia Menor, cerca de Lesbos, todo este país había sido colonizado por una rama del pueblo griego que eran los eolios. Los eolios están instalados en esta parte y las versiones históricas del siglo V son una versión ideológica que valora el pueblo eolio y, más generalmente, tiene un valor positivo panhelénico porque hace desaparecer todo el lado negativo de las viejas leyendas. Eso es fundamental -veremos otros detalles-. Y, por ejemplo, muy diferentes también son Neoptólemo, el hijo de Aquiles, el de la epopeya y el de Helanico. En "El saqueo de Troya", una vieja epopeya cíclica, Neoptólemo mata al viejo rey Príamo que se había refugiado cerca del altar de Zeus (.... , un calificativo griego que significa "protector de la casa"), lo que es un crimen y un sacrilegio; como el crimen cometido por Ajax de Lo... -otro importante héroe de las leyendas épicas-, el cual, intentando arrancar a Casandra, la célebre hija de Príamo, la sacerdotisa, intentando arrancar a Casandra de una estatua de Atenea que tenía abrazada como suplicante, se llevó también la imagen de la diosa, y fue este crimen el que atrajo la cólera de Atenea sobre la flota griega en su viaje de vuelta. Es sun tema importante: los dioses, pues, resultan airados de la impiedad de los griegos.

En la "Pequeña Ilíada", otra epopeya cíclica cuyo contenido coincide en parte con el de "El saqueo de Troya", Neoptólemo precipita al hijo de Héctor y Andrómaca, Escamandrio -que hemos visto-, precipita a este hijo que es un recién nacido, lo arroja desde las murallas de la ciudad conquistada. Según "El saqueo de Troya" Ulises fue el autor de este crimen. Pues ya lo ven, estos célebres héroes griegos son en realidad criminales de guerra.

Según Píndaro, Neoptólemo fue víctima en Delfos del resentimiento de Apolo, que le castigaba por haber degollado a Príamo sobre ... doméstico. Las pinturas de Polignoto, un gran artista del siglo V, en la leske de Delfos (la "leske" en griego es una sala de reunión- ponían de relieve esta locura guerrera de un Neoptólemo ebrio de sangre que por sí sólo seguía matando a los vencidos (todo se ha parado, los vencidos están de rodillas, y el sigue matando). 

El Neoptólemo de Helanico nada tiene que ver con este monstruo sediento de sangre, caballeresco, pone en libertad al hijo de Héctor y de Andrómaca, llamado Escamandro -lo hemos visto- o Astianax, en vez de precipitarlo desde las murallas de Troya. De un modo general, en Helanico la caída de Troya se efectúa según un modelo de guerra "civilizada" -en la medida en que una guerra puede ser civilizada, claro-. Pero es importante subrayar que en Grecia había así casi dos modelos de guerra: la guerra civilizada, que era una guerra normal, de tipo ...., y una guerra de un modelo salvaje, digamos de guerra de exterminación, este tipo de guerra en la que se matan, se degolla a todos los hombres en estado de llevar armas y se llevan a los niños y las mujeres en esclavitud; esto es el equivalente antiguo del genocidio moderno. Y este modelo salvaje de guerra de exterminación estaba -lo han visto- reflejado en la tradición épica de "El saqueo de Troya", la tradición poética-ética, y reactivado en particular -lo dirá mi colega mañana- en ciertos episodios de la guerra del Peloponeso, de la cual Helanico fue contemporáneo como Eurípides y Tucídides. Es decir, el modelo mítico se actualiza en ciertos episodios de la guerra del Peloponeso cuando los atenienses en particular se portaron a ciertos excesos de exterminación en ciertos casos durante esta guerra, en ciertos episodios.

En cuanto a la refundación de Troya por Escamandro hijo de Héctor y Ascanio hijo de Eneas, esto debe leerse como la inversión de un dato épico menor: la enemistad, la enemistad sí, entre Eneas y los Príamidas. Esta fundación de finales de los tiempos heroicos, de varios siglos anteriores a la fundación de la nueva Ilión por los eolios de Lesbos, patria de Helanico, hacia finales del siglo VIII o comienzos del siglo VII, es sólo un caso entre otros de esas fundaciones míticas debidas a héroes troyanos o griegos después de la guerra de Troya, que permitía a varias ciudades remontarse, más allá de la fecha de fundación histórica, hasta los tiempos históricos. Es un fenómeno bastante conocido en general en la Grecia antigua. En Tróade mismo, en la región de Abidos sobre el Helesponto -el estrecho que se llama hoy de los Dardanelos-, una ciudad llamaba Arisbe, que era una colonia de Mitilene, se consideraba como fundada también una primera vez por Escamandro y Ascanio. Lejos de la Tróade, en Cirene, la tradición -una tradición a la cual Píndaro alude en una pítica- hacía participar a otros célebres refugiados troyanos, los anti?idas, en una primera fundación de esta gran ciudad de Libia, Cirene, que en realidad había sido fundada a finales del siglo VII. Estos anti... fueron llevados a Cirene por el rey de Esparta Menelao, una gran figura del siglo épico, como saben, que, como otros héroes griegos, erró por el Mediterráneo antes de regresar a casa. Era también una consecuencia de la cólera de los dioses contra los griegos culpables de estos crímenes que he dicho. De este modo, la amistad entre el rey de Esparta, Menelao, y los anti...., permitía poner al principio de Cirene, que era una gran ciudad de la cultura griega antigua, un acto de reconciliación análogo al que se observa en la fundación mítica de la nueva Ilión o nueva Troya (Ilión era un otro nombre de Troya), ya que Neoptólemo liberó a los fundadores de la nueva Troya como hemos dicho.

Se puede también añadir la colonización junta de la Sicilia occidental por los troyanos elimos y los griegos focios. Había leyendas bastante célebres también; los elimos era en realidad un pueblo de Sicilia pero los griegos los consideraban como troyanos. Así, a la guerra encarnizada entre griegos y troyanos sucedía la paz y la amistad en varias partes del Mediterráneo: en Tróade, en Aullamos, en Sicilia y, como vamos a verlo ahora, en Roma.

En efecto, leemos en las "Antigüedades romanas" de Dionisio de Halicarnaso, que cita otro libro del mismo Helanico de Mitilene, que: "Eneas venido en Italia desde el país de los molosos en Epiro, fue con Ulises el fundador de la ciudad de Roma". La idea de una estancia de Eneas entre los molosos en Epiro podía ser una combinación por Helanico de la epopeya cíclica de los regresos según la cual Neoptólemo al regresar de Troya llega al pais de los molosos, y de la "Pequeña Ilíada", según la cual Eneas había sido llevado como prisionero por Neoptólemo, y después, liberado, había fundado una ciudad con su nombre en el Golfo Termaico -son estas tradiciones que hemos visto ya-. Así, el Epiro y el país de los molosos aparecen en las tradiciones helénicas como otro lugar de la reconciliación entre griegos y troyanos y de la supervivencia de Troya. Un testimonio interesante se lee en la "Andrómaca" de Eurípides. Según la profecía de la diosa marina Tetis a su esposo mortal Peleo (Tetis y Peleo son los padres de Aquiles según la leyenda y los abuelos, pues, de Neoptólemo), una serie de reyes nacidos del hijo de Andrómaca -la célebre viuda de Héctor- y de Neoptólemo tendrán en Molosia una existencia próspera. Cito estos versos: Pues, no es destinada a ser aniquilada, viejo, la raza que es tuya y mía, y la de Troya. Los dioses cuidan también de esta ciudad aunque cayó por la voluntad de Palas. (Palas, otro nombre de la diosa Atenea).

Este relato de Helanico fue criticado por Demetrio de Escepsis en Tróade. Demetrio de Escepsis era un anticuario del siglo II a. de C., cuya crítica conocemos gracias al geógrafo Estrabón. Debo decir algunas palabras de esta nueva versión de la leyenda de Eneas sin entrar en pormenores eruditos.

Por patriotismo local -es una cosa que era frecuente en la Antigüedad greco-latina- Demetrio afirma que la nueva Ilión es una fundación más reciente que su propia patria, Escepsis, que fue ella realmente fundada por Escamandro y Ascanio. Demetrio hablaba de dos familias reales: sin duda, una de Toridas, la otra de Eneadas; y después, de un modo curioso, de una sola, no se sabe si de Toridas o de Eneadas, familia que había existido todavía en época clásica. Por su cuenta Estrabón, el geógrafo célebre que citaba a Demetrio, critica todas las tradiciones que acabo de relatar, en nombre del testimonio homérico. Yo cito pues a Estrabón: "Homero indica claramente que Eneas se quedó en Troya, heredó el poder y lo transmitió a los hijos de sus hijos, destruida la familia de los Príamidas".

Para apoyar esta afirmación Estrabón cita las palabras que en la "Ilíada" el dios Poseidón dirige a los otros inmortales antes de llevarse a Eneas del campo de batalla ya que su destino no consiste en morir de mano de Aquiles. El dios, pues, dice esto: "Ya el hijo de Cronos odia a la raza de Príamo; el potente Eneas reinará en adelante sobre los troyanos, y luego los hijos de sus hijos que nacerán en el futuro".

Inversamente, Dionisio de Halicarnaso, quien acepta la tradición del viaje de Eneas hasta Italia, critica a todos los que odiando la hegemonía romana afirmaban, aunque admitían a veces una estancia del héroe en Italia, que Eneas, Ascanio y sus descendientes conservaron el poder en Tróade por mucho tiempo después de la caída de Troya. Esos autores, equivocándose en el pasaje citado de la "Ilíada", suponían -yo cito a Dionisio, pues- que Homero conocía a los soberanos de Frigia, y pensaban que no era posible reinar sobre troyanos para quien vivía en Italia. Esta teoría aparece también en escolios a los versos citados de la "Ilíada", readaptando que según algunos los eolios echaron a los descendientes de Eneas. Dionisio en realidad parece ofrecer un análisis más justo que Estrabón, quien se apoya en una interpretación restrictiva de la expresión "Eneas reinará sobre los troyanos", y se descuida del hecho de que el conjunto de las tradiciones griegas supone una destrucción total de Troya y no sólo de los Príamidas. Los autores criticados por Dionisio de Halicarnaso aparentemente no tenían otros argumentos sino su lectura de los dos versos citados de la "Ilíada" y su hipótesis de una familia de Eneadas conocida del poeta y reinando hasta la colonización Eolia de la Tróade; y esta hipótesis parece una inversión ad hoc, sólo anticipada por las tradiciones de fundaciones troyanas que se podían leer en Helanico o en Demetrio de Escepsis. 

Pero el mito de Eneas, utilizado como hemos visto en el contexto histórico ideológico de la época romana, tenía en la Grecia arcaica un sentido que debemos ahora valorar. Para esto debemos retroceder, más allá de Helanico de Mitilene, hasta la epopeya, y más precisamente el Himno a Afrodita. Este himno relata como Afrodita extraviando el espíritu de Zeus lo llenaba de deseo amoroso para hermosas mortales. Para acabar con esto, Zeus, utilizando las propias armas de la diosa del amor -contra ella misma, pues-, la llena de pasión para un mortal: el príncipe troyano Anquises. Afrodita, enamorada, toma la apariencia de una hermosa mortal y se une con Anquises. Después de esta unión amorosa, Afrodita revela su natura. Asustado, Anquises la suplica no atentar a su dios; lo que parece una alusión a su destino: quedarse paralizado por el rayo de Zeus porque se jactaba de haberse acostado con Afrodita. La diosa le tranquiliza con estas palabras: "Tendrás un hijo que reinará sobre los troyanos y siempre hijos nacen de sus hijos. Eneas se llamará, porque me apretó una angustia terrible al caer en el lecho de un mortal". 

Hay un juego de palabras entre "Eneas" y "terrible", que en griego la palabra se decía "ainox"; hay, pues, un juego de palabras, como digo, entre "Eneas" y "ainox". Y la angustia de la diosa resulta de que cayendo en el lecho de un mortal de un cierto modo quita el plano divino para caer en un plano humano. Es un aspecto de la venganza de Zeus contra Afrodita. 

A mi parecer, la tradición de la fundación de Aineia en Tracia, que se encontraba en Helanico, y más antiguamente en la epopeya cíclica titulada la "Pequeña Ilíada", nos da la llave de las palabras de Afrodita en el himno. Podemos añadir un pasaje de "La Eneida" de Virgilio, a principios del Libro III, donde Eneas relata cómo "huyendo de su patria en llamas alcanzó primero la costa Tracia y funda allí una ciudad que llama Eneadas (Eneadas en latino "Aeneadae"); otra fuente griega confirma que la ciudad de Ainea podía llamarse efectivamente Aineiadae. Con la leve diferencia de una letra, este nombre era el de los habitantes de la ciudad de Enea; los "eneatas" en castellano, y en griego "aineiatai". Una moneda de argento emitida por la ciudad de Enea hacia principios del siglo V a. de C., representa a Eneas llevando a hombros a su viejo padre Anquises, paralizado por el rayo de Zeus como he dicho, según un modelo iconográfico bastante común en la Antigüedad. Así, en Aineia o Enea sobrevivía la descendencia de Eneas, no en la forma de un "......", de una familia aristocrática o real, sino de una población de origen troyano como la de Roma, la más ilustre ciudad de Eneadas en el sentido ancho de la palabra.

A mí parecer, el "Himno a Afrodita", que no puede imitar la "Ilíada", como se supone generalmente, por ser la "Ilíada" menos específica, debe, al contrario, ser la fuente que sugirió a los redactores de la "Ilíada" la noción de una dinastía de Eneadas, inferencia por así decir espontánea, injertada en una tradición, la de la Aineia Tracia, que no pude ser una invención poética. Y esta dinastía de Eneadas los autores de la "Ilíada" podían situarla en Tracia, más bien que una Tróade completamente arruinada. Desde este punto de vista, se debe observar una diferencia significativa entre los versos de la "Ilíada" y las palabras que en "Las Troyanas" de Eurípides Hécuba, mujer de Príamo y madre de Héctor, dirige a su nuera Andrómaca. Cito pues estos versos. Hécuba dice: "Podrás prestar a Troya el inmenso favor de criar al hijo de mi hijo, para que un día, quizás, hijos nacidos de él reconstruyan Ilión y hagan renacer nuestra ciudad". Pero esta esperanza es destruida en la escena que sigue: Los griegos vienen a reclamar al hijo de Andrómaca que, como ya he dicho, debe perecer arrojado desde las murallas de la ciudad vencida. A la versión caballeresca e idealizada de Helanico, la tragedia suele preferir las terribles leyendas de la epopeya.

Por otra parte, el "Himno a Afrodita" permite descubrir otra dimensión del mito arcaico de Eneas, complementaria de la que se leía en Helanico y que constituía, pues, en reducir el sentimiento de culpabilidad de la comunidad griega frente a la memoria de una guerra de exterminación, de un verdadero genocidio con toda su cometida de sacrilegios y de crímenes de guerra.

De un modo general, los himnos homéricos hacen el relato de crisis sobrevenidas en el Olimpo y de las transformaciones consecutivas en las relaciones entre dioses y entre ellos y los humanos. Lo específico del "Himno a Afrodita" consiste en relatar en términos míticos una limitación de la actividad de Afrodita en las relaciones entre dioses y hombres.

Como he recordado hace poco, Afrodita antes de los acontecimientos relatados en este himno extraviaba la mente de Zeus haciéndole unirse con mortales; más generalmente se jactaba de llenar a los dioses de deseo para las mujeres -como, pero más esacasamente, en esta sociedad digamos machista-, como hacer sucumbir a las diosas al encanto de algunos mortales. Pero había una disemetría, se imaginaba menos frecuentemente las diosas con hombres mortales que los dioses con mujeres mortales, por ejemplo.

Para acabar con esta situación de confusión entre dioses y humanos, Zeus se las arregla para que Afrodita se una con el príncipe troyano Anquises en el monte Ida. Así, la unión de la diosa y de Anquises se verifica en un lugar en un concurso que la oponía a Atenea y Hera, y que fue causa del rapto de Helena y de la guerra de Troya. Es el tema mítico bastante conocido, al menos entre los especialistas de la Antigüedad, del juicio de Paris. Desde el punto de vista cronológico esta unión de Afrodita y de Anquises se verifica en vísperas de la guerra de Troya, y el producto de esta unión, el héroe Eneas, desempeña un papel importante en esta guerra.

En la mitología griega la guerra de Troya aparece como una gran ruptura en la historia de los hombres y de los dioses. La guerra de Troya causa la destrucción de la raza de héroes en el poema hesiódico titulado "Los trabajos y los días". En la epopeya cíclica dicha, Cíprias, que relataba los acontecimientos anteriores a la "Ilíada", se leía un viejo mito que existía también en la mitología del antiguo Oriente. Este mito era el de la Tierra, la diosa Tierra abrumada por la muchedumbre de los hombres, y que debe ser aligerada por la muerte de muchos griegos y bárbaros. Tenemos acerca de este tema mítico algunos versos de este poema; era también un poema cíclico. Tengo que decir que además de la "Ilíada" y la "Odisea" había en la Grecia arcaica muchos otros poemas épicos que se llama el "Ciclo", las epopeyas cíclicas. Los problemas filológicos e históricos de datación, absoluta o relativa, son muy controvertidos, pero por suerte esta tarde no tengo que entrar en estos detalles; hay que saber sólo que leemos la "Ilíada" y la "Odisea" pero había muchos otros poemas que se leían en el siglo V, que eran muy importantes para los autores de tragedia y también para los mitógrafos. El caso de Helanico de Mitilene es muy interesante porque vemos cómo un escritor que es a la vez un historiador y un mitógrafo puede inspirarse mucho de los viejos poemas y también transformar profundamente los datos poéticos y míticos. Eso dicho, les cito la traducción de algunos versos de este poema cíclico "Las Cípridas".

"Hubo un tiempo en el que innumerables tribus de hombres de hombres errantes por la Tierra agobiaban la superficie de la Tierra de profundo pecho. Zeus se apiadó al verlo y en su sagaz inteligencia decidió aligerar de hombres a la Tierra, de todos nutricia, atizando la gran querella de la guerra troyana para que la despoblara el peso de la muerte. En Troya los héroes perecían y se cumplía la determinación de Zeus". Eso es el fragmento número 1 de este poema, y la traducción es de un especialista español importante de la epopeya cíclica, Alberto Bernabé Pajares.

Hay que citar también otro poema titulado "Catálogo de las mujeres"; un poema genealógico que era la continuación de "La "Teogonía" hesiodica. Este poema empezaba por la comensalía de dioses y hombres en la Edad de los Héroes; comensalía que implicaba uniones sexuales mezclando dioses y mortales, y produciendo la raza de los héroes semidioses. Hacía el fin del poema se aludía a la gran guerra que debía separar las vidas de los dioses y de los mortales. Después de un catálogo de los pretendientes de Helena se decía -voy a citar también algunos versos: "Todos los dioses tenían dispuestos sus ánimos en sentidos opuestos a consecuencia de una contienda. Pues, precisamente entonces Zeus, que en lo alto truena, meditaba acciones maravillosas: causar confusión en la Tierra, sin límites, tras desordenada ruptura. Y ya se afanaba por hacer desaparecer la abundante estirpe de los hombres civilizados". El pretexto era que perecieran las vidas de los semidioses. Y, después de una laguna, hay que saber que estos fragmentos los conocemos gracias a papiros que se han encontrado en las arenas de Egipto, claro; y, como sucede muchas veces, esos papiros son muy lagunosos y tenemos muchas lagunas. Después de una laguna se leen dos o tres versos: "Para que los bienaventurados como antes tuviesen medios de vida y costumbres separadas de los hombres". Y después de otra laguna se lee: "El bronce iba a arrojar a Hades muchas cabezas de héroes caídos en la refriega". Es un fragmento, y la traducción es de Aurelio Pérez Giménez y Alfonso Martínez Díez en la Biblioteca Clásica de Griegos.

A mi parecer, el relato del "Himno a Afrodita" debe entenderse en relación con este tipo de representaciones. La diosa de la unión sexual cesará de jactarse de mezclar lo divino y lo humano, ya que el plan de Zeus consiste precisamente en separar las dos razas. Sin embargo, las tradiciones griegas intentaban al mismo tiempo pensar una forma de continuidad entre la época del mito heroico y el presente histórico. Así, muchas familias aristocráticas pretendían descender de antepasados heroicos; por ejemplo, los miembros de las dos familias reales de Esparta eran considerados como heráclidas, descendientes pues de Heracles, el más glorioso hijo de Zeus y de una mortal. Un solo ejemplo: Un poeta como Tirteo, un poeta del siglo VII a. de C., en una elegía guerrera, podía considerar hasta a los combatientes de Esparta el cuerpo cívico, y no sólo a las familias reales, como la raza de Heracles; Esparta, pues, es la raza de Heracles. Y así este arraigo de pueblos enteros en el tiempo y la sangre de semidioses se encuentra también en el catálogo de las uniones de diosas y mortales que da "La Teogonía", un poema hesiodico, en una sección final antes del gran catálogo de uniones entre dioses y mujeres, que he memorado, que se titula "Catálogo de las mujeres". En este pasaje de "La Teogonía" la unión de Afrodita y Anquises está precedida por la de Medea y Jasón, que produce a Medeo -Medeo, que debe ser considerado como antecesor epónimo de los medos-, e instrumento ello también de la determinación de Zeus; lo que puede ser una alusión a la conquista de Babilonia por los persas como réplica a la guerra de Troya. Y esta unión es seguida por la de Cirse y Ulises, cuyo hijo latino -un hijo, pues, de Cirse y Ulises- reina sobre los tirrenos, es decir los etruscos. Así, dos potentes naciones al este y al oeste del mundo griego se arraigan en la época de los héroes como los grandes fenómenos históricos que marcaron la conciencia griega arcaica, a pesar de la separación entre hombres y dioses consecutiva a la gran guerra de Troya.

Aunque era más humilde que las naciones de medos y tirrenos, la ciudad de Enea (o Eneadas en Tracia) manifestaba la continuidad que a pesar de todo se postulaba en la historia de la Humanidad antes y después de este cataclismo demográfico de la guerra de Troya, proyectada por Zeus, como hemos visto, para aligerar a la Tierra o para separar lo divino y lo humano. Por su nombre, esta ciudad simbolizaba la supervivencia de la estirpe troyana y la de la diosa que mezclaba hombres y dioses y seguía cuidando de la sucesión de las generaciones humanas pues era la diosa del amor y de la unión sexual. Además, desde la epopeya arcaica con la "Pequeña Ilíada", la existencia de esta ciudad pudo ser concebida como el resultado de una liberación, como hemos visto, de Eneas por los griegos. Esta idea, desarrollada por Helanico en el siglo V, permitía pensar que Troya no había sido abandonada por sus jefes, y que los griegos habían rescatado en cierta medida los crímenes y sacrilegios cometidos durante el saqueo de Troya. En resumidas cuentas, la guerra de Troya cesaba, a la vez de separar absolutamente y para siempre, la humanidad del divino, y por otra parte de pesar sobre la conciencia helénica como un genocidio inexpiable.

Yo termino aquí. Muchas gracias por su atención.

D. Juan Carlos Rodríguez.- Ahora, si hay alguna intervención por parte del público, abrimos el turno de palabras.

Pregunta.- Yo he sacado la conclusión de que muchas cosas de estas, además con lectura reciente de la "Odisea" -y ahora me he metido con "La Eneida", que se las trae ¿no?-, que esa lucha, ese enfrentamiento entre los humanos, entre ...., provenía también de los dioses; eran dos bandos de dioses, uno a favor de unos, otro a favor de los otros. Entonces, era consecuencia de las ayudas, que se ve ahí que se tenían, y de la lucha interna de los dioses; con Zeus arriba, un poco fuera del conjunto, hasta que intervenía. O sea que en realidad hay una especie del bien y el mal, del bien y el mal igual que después en otras religiones. Para algunos el bien era una cosa ... y viceversa. Entonces, todos los dioses eran iguales, pero, vamos a decir, el pagano era el hombre.

Respuesta.- Sí, estoy de acuerdo. Y yo pienso también que la transformación profunda de Helanico tenía también un sentido teológico, es decir, era también un modo de aligerar la misión de los dioses, porque los dioses desempeñaban un papel criticable para la conciencia religiosa del siglo V con los trágicos y todo. Es un punto importante también, sí. Estoy de acuerdo. Y Zeus no es todavía el dios como el dios de Jenofanes, pero es encima de la pelea; es una imagen del divino diferente de la imagen mitológica y ... ¿Eh?

- No se entiende muy bien el pensamiento ni el objetivo de Zeus ¿no?

Respuesta.- No, claro, claro.

- Parece que está en perfecta contradicción ¿no? Claro, como está visto desde los humanos porque no se puede ...., pues no se capta, es difícil encontrar qué razonamiento le persigue. A veces piensa uno que está jugando, y, claro, eso no es admisible ¿no? Pero no se capta. Los hijos que tiene todos se pelean entre sí, uno en el mar, otro en la tierra, el otro tal... No se capta exactamente, se pierde uno un poco...

Respuesta.- Sí.

Pregunta.- A mí me llama la atención cómo muchas veces se dice la guerra entre griegos y troyanos -vd. lo ha dicho varias veces también-. ¿Hasta que punto eso es verdad? Porque yo creo que los troyanos no eran considerados bárbaros tampoco.

Respuesta.- No he entendido bien. ¿Cuál es la pregunta?

- Digo que cuando se dice "griegos y troyanos" se está diciendo con otras palabras a los troyanos como bárbaros.

Respuesta.- ¡Ah! Es un problema difícil esto, sí, es un problema difícil. Es decir, en la más antigua época, en la Grecia arcaica, antes digamos de las Guerras Médicas, los troyanos no eran considerados como bárbaros. Había una especie de, por así decir, ecumenia épica, y sólo después de las Guerras Médicas hay una asimilación de los troyanos con los bárbaros de Asia. Y eso se ve por ejemplo -lo he dicho, pero de modo muy rápido- cuando se considera la invasión de la I.... a mediados del siglo VI como una especie de réplica de Asia hacia el mundo griego. Pero en la epopeya en los siglos VII y VI no hay el sentimiento de una oposición ideológica y racial entre griegos y bárbaros. Eso resulta bastante claro en la documentación.

- Los ... por ejemplo tienen los mismos dioses...

Respuesta.- Sí, claro, claro, sí, sí, sí... Claro, el problema es difícil porque hay un problema también de estilización poética, hablan la misma lengua; es largamente verdadero esto. Pero en un himno homérico hay un pequeño juego un poco diferente, por ejemplo en el "Himno a Hermes". En el "Himno a Hermes" hay una heroína que es llevada por los dioses, y se explica que conoce la lengua de los troyanos porque ha vivido entre ellos, que era frigia y tenía otro lenguaje. En realidad, hay una especie de ... A veces toman conciencia los griegos ... de la diversidad de lenguas que había (troyanos, frigios), pero normalmente en el protocolo de narración épica esto no es importante y todos hablan la misma lengua, tienen los mismos dioses y ....

Pregunta.- Si no hay preguntas yo me atrevo con una ...

- Sí ¡claro!

- Pero es sobre otra cuestión. En el libro de "La Eneida", que estoy yo leyendo, se cita ... Eneas toda la aventura, aparte de lo que ha comentado vd. de la fundación de Aineia, y luego .... y ahora está donde Dido, seducido por Dido y demás, y se habla siempre de Italia y en algunos párrafos de África. ¿Es real? Entonces yo no creo que existía el concepto de África ¿no? Existía Cartago, o Libia, pero África como tal expresión, Italia como tal expresión... ¿No era Espérides? ¿O era Italia?

Respuesta.- No, claro, no había el concepto de África. Los griegos hablaban de Libia, que corresponde a lo que llamamos hoy Cirenaica, entre Egipto y la región de Bengazi, Cirene. En cuanto a Italia también es un concepto que maduró progresivamente en los historiadores del siglo V poco a poco, pero en la Grecia antigua no se habla de Italia, no se habla, no, no... Italia es un modo pues convencional y rápido para nosotros hablar, como muchas veces. Sí, claro, claro.

D. Juan Carlos Rodríguez.- Si no hay preguntas quería hacer un comentario, porque en esta versión que tiene una motivación de panhelenismo... No sé, a lo mejor es algo que se sale del tema, pero también qué relación hay entre el panhelenismo y algo que ha salido en esta última pregunta, en la creación de una imagen ya del bárbaro. O sea, entre nosotros, los griegos, sí tenemos que llevarnos bien, pero se crea una visión del otro que empieza a ser bastante distinta ¿no?, también.

Respuesta.- En realidad en el siglo V había de todo, la situación era muy confusa. A la vez tenemos a un autor como Helanico que crea una versión idealizada, positiva y panhelénica, pero también era una época donde había una especie de racismo más fuerte que en la época antigua. Es decir, fenómenos contradictorios coexistían en la misma época, que es un fenómeno normal en la historia.

¿Esto es lo que querías decir? 

- Sí.

- Sí había, pues, ideologías antitéticas.

D. Juan Carlos Rodríguez.- ¿Hay alguna intervención más o damos ya por terminado el acto? Terminamos entonces aquí, si no hay ninguna intervención, y mañana será la charla sobre la "Historia de la guerra del Peloponeso", que estará centrada en este autor particular, Tucídides, y este hecho que conmocionó el mundo griego, que era la guerra entre peloponesios y atenienses, con los aliados de cada... y lo que supuso un poco todo esto. Entonces, muchas gracias al conferenciante, y gracias también a vosotros por la asistencia.

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