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Domingo, 22 de diciembre de 2024
Jornadas sobre la antiguedad
LA AMISTAD EN LA ANTIGUA GRECIA
La amistad en Platón

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Aristóteles. Crítica del éros y elogio de la amistad

El planteamiento de Aristóteles sobre la philía, que vamos a adelantar en unas líneas meramente esquemáticas, nos ayuda a comprender la originalidad de Platón en su teoría del amor y a la vez nos permite constatar la coincidencia del Estagirita con muchas intervenciones de los personajes que aparecen en los diálogos en manifiesta oposición a las tesis platónicas, porque tanto Aristóteles como éstos están más son más cercanos a los puntos de vista de la sociedad ateniense que el propio Platón. Aristóteles establece que hay tres clases de amistad: por placer, por utilidad y por el bien. En las dos primeras, no queremos a los que son objeto de nuestra amistad por sí mismos sino por el placer o la utilidad que nos deparan a nosotros mismos (E.N. 1156a10-16). Aristóteles las llama amistades como una concesión a la costumbre (E.N. 1157a29), pero en realidad se trata de una amistad, dice él (E.N .1156a16), por accidente, porque no se ama a estas personas en virtud de lo que son por sí mismas sino por el placer o la utilidad que resulta de ellas. En cambio, la amistad perfecta (E.N.1156b7) es la que se establece entre "hombres buenos y semejantes en virtud" que "desean el bien a sus amigos por ellos mismos". Pero, aparte de este requisito esencial, para Aristóteles son ingredientes fundamentales en la verdadera amistad la igualdad y la semejanza de los amigos (E.N.1159b2), que hacen posible además una segunda condición imprescindible como es la reciprocidad en el afecto (antiphílosis, 1155b28, 1156a8, etc.). Aristóteles examina la relación erótica desde la perspectiva de la amistad perfecta y la encuentra claramente deficiente cuando enjuicia las bases sociales y éticas en las que se fundamenta.

El Estagirita tiene presente en su análisis el esquema de relación erótica predominante en los diálogos de Platón y, dadas las desigualdades que existen entre el amante y el amado, el éros está más cercano a las formas accidentales de amistad por utilidad o placer que a la forma perfecta de philía basada en la igualdad de hombres virtuosos que pueden entablar una relación de carácter recíproco. Teniendo en cuenta las circunstancias sociales en las que se desenvuelve la relación erótica, Aristóteles observa que no se dan en ella los requisitos mínimos para la consolidación de una philía, aunque sea con el carácter imperfecto que atribuye a la amistad por placer o utilidad. La amistad dura más cuando los integrantes de la relación reciben lo mismo uno de otro, pero no ocurre esto en el caso del amante y el amado, porque, cuando se trata de placer, no lo encuentran en lo mismo, sino que para el amante consiste en la visión del amado y para éste en los cuidados que recibe del amante (E.N.1157a6-8) 3. Otras veces la relación erótica es contemplada desde el punto de vista de la utilidad (E.N.1157a12-14), que le parece un vínculo aún más débil como fundamento de philía. Tampoco aquí, efectivamente, puede darse reciprocidad alguna. Aristóteles observa que en lugar de tratarse de una relación amistosa entre iguales, parece encajar en el esquema de philía por utilidad que se da entre contrarios (E. N. 1159b15), como la que se constituye entre el pobre y el rico o el ignorante y el sabio. Por esta razón, dice el Estagirita (E.N.1159b16), los amantes parecen a veces ridículos al pretender que sean amados como ellos mismos aman. Pero realmente Aristóteles parece incluir la relación erótica en las amistades heterogéneas (cfr. E.N. 1163b32 y sgs.), porque aquí el amante aprecia al amado por placer y el amado al amante por utilidad (1164a7-8), de manera que uno reprocha al otro que "a pesar de su amor apasionado, no es correspondido en su aprecio (ouk antiphileîtai)" y el amado se queja de que el amante no cumple todo lo que anteriormente le había prometido. De manera que las amistades que tienen este fundamento son poco duraderas, porque en ellas el aprecio no está basado en la persona sino en determinados atributos que se dan en los amigos y, cuando éstos se alteran o desaparecen, se termina igualmente la amistad (E.N. 1164a9 y sgs.). En cambio, la amistad basada en el carácter (philía tônothôn, 1164a12) de sus integrantes permanece porque es una amistad que se fundamenta en sí misma (kath´hauto n oûsa) y no en estas circunstancias externas. Pausanias refiere en el Banquete (184a) que se consideraba vergonzoso que el amado concediera sus favores al amante rápidamente, porque sólo el tiempo permitía discernir si la pasión del enamorado tenía por objeto sólo el cuerpo o más bien el carácter del amado, porque en el primer caso huiría rápidamente al marchitarse la belleza, rompiendo todas las promesas hechas, mientras que en el segundo el amante permanecería fiel por toda la vida.

Aparte de estas razones sociales, que impiden la reciprocidad propia de la philía, Aristóteles cree encontrar otros motivos de carácter ético que nos permitirán establecer un nítido contraste con la posición platónica respecto a este problema. La mayor parte de las relaciones eróticas tienen lugar según la dinámica propia de la pasión y por causa del placer (katà páthos kaì di´hodonon, E.N.1156b2-3) 4, pero la philía no se basa en un páthos sino en una héxis, porque dice de la amistad que "es una virtud o va acompañada de virtud" (E.N. 1155a4). Aristóteles establece un contraste entre phílosis y philía: la primera se asemeja a una pasión y tiene la intensidad y el deseo (diatásis kaì orexis,1166b33) propios de ésta, que no existen en la amistad, pero no hay en ello necesariamente vínculo con una condición moral del sujeto que la experimenta, ya que puede darse igualmente hacia cosas inanimadas y parece residir en un estrato de la personalidad constituido por sentimientos más inmediatos y, por tanto, más sujetos a las variaciones características de lo que es efímero y periférico en la formación del individuo. La philía, por el contrario, con su reciprocidad característica, va acompañada de elección (metá proairése s, E.N. 1157b30) y ésta procede de algo tan estable y tan profundamente relacionado con la racionalidad como es la héxis o el carácter moral del sujeto 5. Los amigos, dice Aristóteles (1157b32), desean el bien a los que aman por sí mismos, no según una pasión sino según un modo de ser.

La conclusión de Aristóteles, que, por otra parte, no trata específicamente del éros , parece abrir, pues, un interrogante respecto a las relaciones de éros y philía, ya que el primero con su carácter pasional y efímero carece de todos los requisitos necesarios para constituir la base de una sólida amistad. Está sujeto a diferencias estructurales de índole social que impiden la reciprocidad propia de la amistad perfecta y además parece residir en unos afectos que, al estar desligados del carácter moral, carecen de la racionalidad y la estabilidad propias de la philía fundada en un mismo mundo de valores compartidos. A mi juicio, con la valoración ética superior que Aristóteles otorga a la philía sobre el éros , se acerca más que Platón a las opiniones que gozaban de mayor vigencia social, como pueden constatarse en los mismos diálogos por la intervención de numerosos personajes que coinciden con esta valoración. La tarea del filósofo moral, según dice el propio Aristóteles (E.N. 1145b3 y sgs.), consiste en partir de los "pareceres" (tà phainoména), para resolver sus dificultades y ver si, después de esta tarea de elucidación moral, subsisten "todas las opiniones acreditadas" o si no "la mayoría y las más autorizadas".

*Notas

3.Otra cosa es que la relación erótica dé lugar a otro tipo de tipo de philía, basada en la semejanza de caracteres una vez que se haya extinguido la motivación sexual. Cfr. E.N. 1157a11. En principio, parece lo más natural clasificar la relación erótica entre las amistades por placer (cfr. J.M.Cooper, "Aristotle on Friendship", en A.Rorty, Essays on Aristotle´s Ethics, Berkeley, 1980, 301-40, p.305.), pero el propio Aristóteles (EN 1157a12-14 y en 1159b15-16) la incluye también como un caso de amistad por utilidad. En realidad, teniendo en cuenta la asimetría de la relación erótica, lo más probable es que se trate de una amistad heterogénea donde el amante "quiere al amado por placer y éste al amante por utilidad" (1164a7). En cualquier caso, nunca parece haber identidad en lo que intercambian, porque cuando se trata de placer, como hemos visto, no lo hallan en lo mismo. Cfr. R.A.Gauthier-J.I.Jolif, L´Éthique a Nicomaque, Lovaina-París, 1970, t.II, p.683.4.Para la inclusión del éros entre las pasiones sensuales o epithymíai, cfr.Retórica 1358a23 y 1392a23, lo cual no significa que Aristóteles identifique el éros sin más con el deseo de la unión carnal (cfr.Tópicos 146a9, 152b9). 
5. En E.N. 1105b22 Aristóteles incluye la philía en una enumeración de pasiones, pero es evidente que con el uso de este término no se está refiriendo en ese pasaje a la philía que califica en 1155a4 como virtud o algo acompañado de virtud, que es de la que estamos tratando. En E.E. 1129a20 se refiere al éros como algo que tiene lugar dià páthos alógiston

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