También yo tengo una ciudad ilustre, Iconio, y una familia prestigiosa, y una riqueza no pequeña. Pero he despreciado el matrimonio, y a mi ilustre prometido, Támiris, por amor a la castidad y la virginidad, y por hacerme esclava de Cristo, que es la más feliz esclavitud y mejor que cualquier libertad. Por eso he sido expulsada de mi ciudad y ando vagabunda lejos de ella.
Vida de Santa Tecla, 15, 43 y ss.
(Palabras de Tecla a Alejandro)